12.06.2007

Lo que fuera de ti, debería ser un torso

Habrían de ser tus pies caminando las láminas del techo, no los gatos que a lamidas se quitan el polvo y las manos de los tíos, habría que ser tu mirada clavándose en mi espalda cuando dejo la camisa en el espejo, para que olvidara tener en mi cabeza que es el medio el instrumento del capitalismo, no mis anteojos interrumpidos sobre el libro de Derrida , ni los ecos, ni las vacaciones, ni los estados pasivos de la cultura y esa orgía de tantos festivales para comprar libritos de pensadores que piensan con suicidios neutros, ni aquel ruido de tocadisco de los años cincuenta que tengo de mi padre, y lo que fuera de ti, debería ser un torso, un fusil humano para tiros de gracia con perfume a sexo. Habrían de ser tus caderas estos poemas torpes que son incisivamente un viaje, no mi norte , no mi sur, pero tu y tu brillando en mi cabeza como dos senos brillosos o dos naranjas dormidas.

2 comentarios:

  1. Ops! O lo soñé o podaste el escrito. Supongo que hubo una razón, sempre la hay.

    Te leo, quedo muda más de una vez y fascinada.

    OA

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