Durante el viaje uno inicia creyendo que la vuelta es la que le dará sentido a la partida, no hay hilo de vida o materia en el despojo que proponga la visión vital de quedarse un día durante el vuelo en otra tierra, así funciona la nostalgia, el viajero llega a creer que el amor y sus raíces pueden ser largos como cruzar el mar en un trasatlántico, sin embargo al final del trayecto el viajero acaba por rendirse a su destino, descubre que amor y raíces en la existencia es un trayecto de una estación y la siguiente, comprende que al marcharse no hay razón para volver atrás.
Los viajeros llegan a creer que el amor y sus raíces son tan largos como ellos quieran
ResponderBorraruno es el paisaje que contempla merlina?
ResponderBorrar..."Comprende que al marcharse no hay razón para volver atrás".
ResponderBorrarAsí debería ser, todo depende del poder de las convicciones iniciales y la fuerza que arremete la curiosidad.
Lindo blog.
Saludos.
los viajes son siempre hacia adentro, no importa donde te muevas, si miras hacia dentro o en la palma de tu mano es lo mismo, mira la carretera o el suelo desde el avión, solo son lineas, grietas, mira tus amnos, solo son lineas, grietas.
ResponderBorrarha de ser el espiritu romantico que nos hace creer que uno en verdad se aleja.
saludos.
porqué guadalajara? qué ocurrio en la fil?
nunca es tarde para presentarse.
hola.
Y al final pasa que ya no eres ni de tu pais ni del pais en el que estas ni de ningun lugar... al menos esome pasa a mi..como en la cancion de bunbury del extranjero.
ResponderBorraren fin...melancolia...
tu inquilina