Al momento de caer sería bueno que te acuerdes como se ven las casas como estrellas por la noche desde está altura. La caída no es otra cosa que brillar llevando en la palma de la mano la luz apagada del cuerpo sobre la tierra. A la muerte y a volar no podemos resistirnos, ese limite le da belleza al alma humana, lo necesitamos como orar profundamente, como comer o hacer el amor, convertirnos en estrellas, bolas de fuego, ráfagas de aire, hojas en el viento perdidas con la ceniza. No podemos resistirnos al viejo monstruo, si lo hiciéramos seríamos culpables de todos los crímenes.
Al momento de caer uno empieza a dejar el peso, dejar de inventarse, de construirse a diario, de buscar el original hombre-niño que perdimos, el primer animal que mordió el polvo y nos dio harina negra de su hocico, al momento de caer uno deja de envidiar de las montañas la vida siempre nueva saliendo por las arterias, sin temores, sin vanidad, sin trastornos, sin hábitos, sin hilos que sujeten la resaca.
Al momento de caer, renacemos no? Interesante, bks
ResponderBorrarAl momento de caer, posiblemente no pienses en nada, o quizá sientas el miedo apretándote la garganta sin poder dejarte articular palabra, sin siquiera poder emitir el último grito.
ResponderBorrarLa muerte es lo único seguro en la vida, ¡Qué ironía! …
Quisiera decir que lo q tu ves en las alturas, es lo q yo encuentro aquì abajo abrazada a las caricias de tus palabras, que llegan como lluvia, cayendome en la piel, como todas las cosas que quiero que lleguen sin pensar. Y es mùsica lo que encuentro cuando te pienso. Es mùsica y un buen poema, escrito a mano, a mi mano, frente a mì, para q yo pueda ser dulce, y salvajemente dulce, comièndome el tiempo q he pasado sin ver tu rostro, pero sintiendo cada gesto tuyo, con esa manera q tienes de llevarme a tì. Dibujame, dibujame en ti, q no quiero irme, q yo no soy pintora, pero quiero estar tan cerca de tus manos, de tus barcos de papel, de tus fotos, tus lienzos.
ResponderBorrarTe mando un besazo
Karhol