Voy a inventarme un padre que me hable desde el infierno, que vea que su hijo también ama los relámpagos, y su mujer fue capaz de todo, menos de olvidarlo, que supiera estoy perdido, astillado y no quiero parecerme, que asuma la culpa de esta mierda y después muera en paz, quiero inventarme un padre que haya amado las costas con barcas y mujeres negras descubiertas, la furia de los días que siempre acaban de venir con algo nuevo: libros, calles de piedra, bestias que hablan, un padre que haya amado las agujas, el dolor de los tatuajes, la tinta entrando en la sangre con un nombre hebreo, un padre demacrado que me hable desde la penumbra, que en frases sueltas me hable de madera o de sus huesos y su muerte o dios, que me revele en el invento si sabe porque me gusta la percusión y el sax cuando me he quedado triste . quiero inventarme un padre que me explique la rabia de esta guerra y estos cuerpos regados por la tierra con pólvora en sus falanges. Un padre sin silencio y cojo, con uñas largas, un padre que sepa de gatos, elefantes, ajedrez y perros, un padre de invento que me regale sus acrílicos, de pómulos hinchados luego de una juerga y un par de golpes en el tugurio donde rompen la madre. Quiero inventarme un padre que me diga como grabarme la boca sobre los pechos de la mujer iluminada, un padre de invento que no se vaya cuando la vela esta dejando a mi madre a oscuras.
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