5.20.2009

Toda la casa es un inmenso tragaluz

Esto es lo que pasa cuando me levanto de esa silla y hay bajas de guerra y no cuerpos, y más café y más equilibrismo en mis comisuras que ya no escalan remolinos en la noche y hacia adentro, cuando vuelvo a la lectura de la Biblia y se puede entrar al cuarto por la llave quebrada, los cortineros que ahora son blancos, siempre el blanco que ha sustituido al rojo, y mas allá los ceniceros repletos, la hoja sin nada que no existe cuando dibujo y corro a la cocina a calentar el arroz y toda la casa es un inmenso tragaluz, o un faro con el mar en manecillas diluidas, goteando el aceite de diez minutos de más pasando frío, tragándolo con la espalda descubierta.

1 comentario:

  1. me gustan las espaldas descubiertas es una imagen demasiado intima




    besoooos!

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