Me he dado cuenta de algo cuando veo enamorados en cortejo. El pánico ante la frialdad con la que te deshaces de las cartas de las mujeres a las que quisiste. Es el mismo pánico ante la frialdad con la que seguramente podrías coger con mujeres a las que nunca querrás, la vida está llena de eso y creo uno trata en vano de explicarla, de someterla a juicio, deambulamos en las pasiones más bajas, nos quedamos tiesos, creemos que somos niños inclinando la cera caliente de una vela sobre un insecto porque incluso inocentes sabemos dios no podrá salvarlo de nuestra mano.
Cuando veo enamorados en cortejo me doy cuenta de la visera con la puedo quedar inerte mirándolos con mis ojos en lo oscuro, adivino sus palabras, sus perfiles recortados a media noche, el túnel, las cosas bonitas y extrañas, percibo como ellos y yo al intentar explicar la vida planteamos su fracaso, su mentira, su simulación, la vida no merece una explicación, si acaso un desahogo, el naufragio que jamás se sabe si es el correcto o el ultimo, perecederos desde el nacimiento, como animalitos que duermen temprano, asustados sigilosamente queriendo explicar el cielo o el cuerpo de quien nos toca con su amor o sus fantasmas. Intuyo que al igual que los pájaros al volar puedo moverme por un principio físico y químico que desconozco y es el mismo pánico que unas cartas rotas o esas que nunca te has atrevido a enviar porque podrían descubrirte.
"si acaso un desahogo":)
ResponderBorrarcomo llegar del día y leerte
no hay q despertarse porque salga el sol dicen los fitipaldis, me recuerdan a ti
ResponderBorrarEs como terminar de aceptar que todo lo que sube baja o que lo que empieza siempre siempre se termina sobre todo cuando involucramos el amor y sentimos porque sentimos...
ResponderBorrarDuele esa frialdad y sobre todo aceptar que la vida -casi siempre- es así...
He visto a esos enamorados y muchas veces lo lamento.
Develas, me develas.
OA