Apenas puede hacerse una cosa, escribir que es posible recuperarse, endurecer la mirada hacia las deltas, crearse un mundo interior completamente nuevo en ese lugar que ya no esconde nada y es el corazón de un insecto negro menos bello y profundo que Samsa. Suceder en la vida como un ruido, con la lengua que siempre estará sola, sola y terrible, imposible y sola en un lugar donde la escritura no serviría nada, acaso para delimitar la distancia entre unos y otros, separar el sol tan delgado de las nubes que mojan, aplastar todos esos sueños con una mirada que puede doler contra las horas, escribir que es posible recuperarse del tiempo sustraído y descansar, olvidarse de la fuente, del nombre verdadero, los pasos difíciles de la imagen, el monstruo devenido, Incorporarnos apenas al ángel falsario, divinos al fin con el cuerpo extenuado de tanto decir, saber que la literatura es siempre – espejo de Blanchot- el mensaje de un moribundo sin verdad y apenas puede hacerse algo, volver a la noche que ya es dueña del mundo a cobijar el amor en las arterias.
Escribir sirve para liberarse de todos esos sentimientos que nos tienen hasta el cuello, es palpar todos esos cuestionamientos que uno se hace en determinados momentos, y claro, si se habla de crisis lo mejor es tratar de reinventarse todo de nuevo, partir de nuevo con nuevas bases en vez de seguir dándole vueltas al mismo asunto. Asi definitivamente no se avanza, solo se estanca. Todo lo que vamos cultivando por dentro se irradia hacia fuera, por eso es que existe gente interesante, profunda, íntegra... son los menos, pero de repente uno encuentra la aguja dentro de el pajar...
ResponderBorrarSiempre es realmente interesante leerte...cariños!
-Pero Escribir... tambien eterniza... nos hace tangibles... nos hace recorrer el mundo no solo en nuestra corta y corporea existencia... nos hace volvernos tinta y sentimiento... o levantar la voz en un ahogado silencio de prosa o verso.
ResponderBorrarusted ha dado en el clavo, ahora a dolerse
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