Un pedazo de tiempo, una fogata que arde para quemar polillas y abejas, y grillos con la piel tan muerta. Rocío de niebla sobre los dedos enroscados, aún no marchitos. Echar al fuego todo lo que siempre has venido buscando, una raya de culebra flotando sobre el agua. Orar con la luz de medianoche. Equilibrar los desfiladeros como toda esa gente que no admite su destino, desbarrancarse con el sol entre las nubes, ser uno de esos relámpagos que a lo lejos siempre acaban por romper el aire. Respirar de nuevo hasta nutrirme de todos esos truenos y esa agua sobre la lamina y la palma. Amar vitalmente, amar con el cielo boca abajo. Entrar en la casa de la infancia y de la muerte, de los abuelos, de mis padres y la noche, con todas las cosas que pueden imaginarse con frío.
y el frio puede calmarlo, excepto al amor y la imaginación.
ResponderBorrarSaluditos Antonio.
qué bueno es saberte vivo
ResponderBorrarmelancolía, impotencia y dolor al ver que las casas y las cosas se se deshacen como obleas.. más permanecen intactas las memorias mientras el cielo se desboca.
ResponderBorrarayyy creo q envie este comentario como 5 veces, Usted disculpe....
ResponderBorrar:D saludos