"........El coronel destapó el tarro de café y comprobó que no había más de una cucharadita. Retiró la olla del fogón, vertió la mitad del agua en el piso de tierra, y con un cuchillo raspó el interior del tarro sobre la olla hasta cuando se desprendieron las últimas raspaduras del polvo de café revueltas con óxido de lata.
Mientras esperaba a que hirviera la infusión, sentado junto a la hornilla de barro cocido en una actitud de confiada o inocente expectativa , el coronel experimentó la sensación de que nacían hongos o lirios venenosos de sus tripas......
….Su esposa levantó el mosquitero cuando lo vio entrar al dormitorio con el café. Esa noche había sufrido una crisis de asma y ahora atravesaba por un estado de sopor. Pero se incorporó para recibir la taza.
- y tú – dijo.
- Ya tomé – mintió el coronel ............. "
( Fragmento El coronel no tiene quien le escriba, Pag 7, Gabriel García Marquéz)
Qué lindo es ese párrafo del coronel no tiene quien le escriba; gran cuento de García Márquez...
ResponderBorrarGracias por visitar mi espacio!!
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