Me quiero quedar a oscuras con todas mis caras, con la visión del parque y sus viejos limpiando sus sacos perfectamente ominosos, porque resulta más fácil vestirse de negro que ir persiguiendo la puesta del sol por las azoteas o la llovizna a veces. Me voy a quedar cíclope y sordo y me acordaré de ti en el acoplamiento mortuorio de los peces cuando se mezclan el mar y el río en la espalda de los muelles, para no preguntar de los ungüentos que te curan la boca. Me quiero quedar una vez sabiendo donde queda la tierra, los niños que apenas hablan, la línea negra de tu sexo florecita y rizado; saber que debo hacer con la pimienta y las judías, quedarme con todo lo que pueda hacer el sol por la persiana llevadero, que en los bares la soledad es culpa de uno sino enamora y siempre se me ha abierto el cielo.
me ha recordado el poema de tabaquería de Alberto Campos. la distancia y el acercamiento de las cosas como una necesidad pero no como una declaracion de las cosas
ResponderBorrar"Me quiero quedar una vez sabiendo donde queda la tierra, los niños que apenas hablan, la línea negra de tu sexo florecita y rizado"
ResponderBorrarla mezcla precisa de la desesperanza y el amor, te he mandado un correo, he mostrado trabajo tuyo por aqui y ha gustado mucho, respondeme si?