Ya no soy el simpático que gira sobre las trampas, me dejó de importar la ciudad y sus paseantes, la indecencia de la que otros se halagan cuando pasa el aguacero. He ido creciendo en algo agudo que ni siquiera imaginas, que no puedes imaginar y por lo tanto no miras ni oyes. He sabido que muchas cosas te destrozan, como una vez me destrozaste tú. Disculpa que no atienda a tu llamada. Ahora estoy hecho a la medida de un asesino, pero de un tiempo para acá tengo ocupado el dedo con el que se dispara.
- 04 -
la prisa siempre la prisa antonio
ResponderBorrar