Corpus Can

Hoy deberíamos gritar de rabia bajo los andamios, retener en los dedos helado de vainilla, ponerlo en la boca del otro con los dedos llenos de revelaciones, hacer el amor una vida seguida, meternos por los poros todo el frío hasta quedar dormidos completamente a salvo. Mirar películas en blanco y negro en el VHS Hitachi que me acaban de componer y es una reliquia que se acompaña a pan y leche hasta que pase el aguacero y sientas es verdad aquí no tienes por que volver a tener miedo. Por las veces en que quedé donde ya no cabía e hice de mis entrañas una voz oscura, por las veces en que me viste semblante de Quijote, quebradizo, estático, con los puños bien cerrados y la creencia que nadie iba a quedarse conmigo. Hoy deberíamos gritar de contentos, porque no hemos vuelto a llorar desde entonces.