Coyoacan me gustaba por los libros de marxismo sin uso en casa de tía Jeca, con sus regiones de sociólogos franceses sin oficio, tal vez sea que estoy cerca del barrio y esté zócalo que está tan cerca de esa casa vieja huele a coyote, a plaza de sacrificios y me he quedado pensando en que las ciudades están hechas por la imaginación o sostenidas por pilares profundos de spleen como decía Baudelaire
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